El vacío inmenso, este agujero gigante que representa mi angustia... me oculté de todo y de todos, me aparté me alejé, me olvidé de mi misma... ¿Te ha sucedido? A veces me encerré entre mis muros más íntimos, a veces solo para adentro mientras una sonrisa plena se dibuja en mi rostro, para todos, por todo y a todo momento. Atada a las páginas de muchos libros, arrastrada hacia adelante por las cuerdas del amor de mis familiares y de mis mejores amigos, así estuve... no me quise renunciar a mi... a Buenos Aires, a Córdoba, al mundo, una vez leí que "Los luchadores jamás se rinden, empiezan de a rato, de a ratos, sin nada en sus manos, pero jamás se sientes vencidos" ¿¡Cómo pude olvidarlo!? Pero aquí estoy... procurando encontrarme, se qué sucederá, de repente, como tantas otras veces. Entonces esa mañana me armaré otra vez.
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