Leonel Alvarez Escobar: Génesis de
su Arte, Política, Activismo y Conciencia Social
Hoy es un joven adulto al que una vez le dijeron “esto no es para nosotros pibe”, pero ha demostrado que los sueños pueden hacerse realidad, solo basta luchar con todas las fuerzas y jamás rendirse. Es el niño que creció en las calles del Distrito Alto Verde, ese pueblito del litoral que cuentan las canciones del recordado cantautor Horacio Guarany, folclorista argentino reconocido internacionalmente. Es también un multifacético entrerriano radicado en la Provincia de Santa Fe que ha
incursionado desde la abogacía hasta el teatro para encontrarse a sí mismo. Su
obra fundamental dos libros publicados con su autoría y que forman parte de una
Trilogía que va llegando casi a su concreción, pero más de 8 libros en la
actualidad llevan su sello para siempre producto de diversas convocatorias y
concursos nacionales. Lleva adelante un blog en donde comparte de su obra y las
lecturas de obras literarias de escritores locales de su región pero también del resto país. Y una lisa de
actividades que he decidido reunir en los ejes del título para conocerlo un
poco más allá, así como nos gusta simplemente al desnudo…
V.C - Se conoce de tu carrera en
la literatura, de esa primer publicación “Mecano”, que enviaste en secreto a
Dunken a finales del 2013, y al quedar seleccionado se comenzó a rodar la
película de tu sueño de autor, pero ¿Dónde encontramos el génesis de Leonel AlvarezEscobar?
L.A.E - (sonrisa mezclada con
suspiro) Ya de entrada parece que hablamos de alguien más, pero si ese nombre
me representa a mí mismo y por completo… y cómo soy muy místico debo reconocer
que siempre lo supe desde que encontré la biblioteca. Y lo digo con el peso que
eso amerita, es decir desde niño leía, aprendí antes de cumplir los 5 años a
leer palabras, reconocía sílabas perfectamente en el prescolar y las leía para
mi madre. También escribía narraciones desde muy pequeño. Recuerdo la hora de
“Lectoescritura” desde los 7 años, siempre amé Lengua y literatura. (sonríe
porque empieza a divagar) Pero “LA biblioteca” la encontré en la adolescencia,
era donde me resguardaba, amaba estar en ese lugar viajando con mi mente.
También escapando… tuve una adolescencia muy dura, desencajado de todo tipo de
grupos, alejado de mi barrio, no generando vínculos en la escuela, que iba a
hacer… a veces me hablaban a veces no y el Colegio tenía una inmensa
biblioteca: bueno ahí me refugié y comencé a escribir también para escapar.
Cuando cumplí los 18 al tiempo fue màs intenso, me dedicaba a hacer historias,
mucha ficción pero que encubría mis angustias, mis miedos, mis dolores, mis
pesadillas, mis recuerdos. Empecé la facultad, la carrera de abogacía, y escribía con esa necesidad. Participé de la
IV Bienal de arte joven n Cuento, Poesía, Humor Gráfico e Historieta, todo muy
amateur, pero estuvo genial porque al leer para el público una conmovedora
historia logré emocionar y recibí
muchísimos eufóricos aplausos, yo con las mejillas enrojecidas supe en ese
instante lo que quería. Corría el año 2001. Pese a esa revelación estuve dos
años en abogacía, luego me sucedió algo que sinceramente siempre evito
mencionar, luego seguí adelante, en mis grupos siempre cerrados de amigos,
quienes sabían de mi pasión. Luego me fui a
vivir con un amigo, en realidad salíamos. Él estaba enamorado pero para
mí era una oportunidad de volar, era mi llave, debía usarlo para romper con el
control de mi madre, entonces conocí más de la noche. Personajes que vivían
envueltos en el idilio de la juventud desenfrenada. Me equivoqué, pagué caro y
no me arrepiento, muchas experiencias fueron a parar a mis obras. En esos
momentos seguía escribiendo y producía libros artesanales. Pequeñas obras que
muy pocas personas leyeron. Comencé la carrera de Letras en el 2007, ese año
escribí el Poemario “Bauticismo”, hasta ese momento Pase en las diferentes
portadas de mis libros artesanales de “Adolfo Alvarez Escobar” a “Leonel
Alvarez” a “Leon Alvarez Escobar”…. Como
dije comencé a escribir, cone l deseo de ser autor, el 13 de enero de 2001, lo
recuerdo porque escribí una pequeña novela ese año en solo un mes, por lo que
terminé justo el día del cumpleaños de mi
madre, el 13 de febrero, y pasarían
8 años hasta que envié en secrete Mecano y fuera publicado en “Letras del Face
Vol. IV”, presentado en el 2014, año en el que sale a los pocos meses “Sombras
y Conjuros. Es el momento de redimirse” con el nombre Leonel Alvarez Escobar.
V.C. - ¿Tú obra más preciada:
Sombras y Conjuros?
L.A.E. - De hecho amo todos mis
hijos, cada libro o cada antología en la que he sido publicado hasta la fecha,
y amaré toda publicación que se venga, pero “Sombras y Conjuros” es especial,
siempre será mi sueño hecho realidad, por el contenido ficcional pero sobre
todo por el contenido personal que tiene. Una obra muy intensa, muy humanizada.
Me encerré seis meses para tener ese libro completo en el año 2008. Esos libros
que no sabes si podrás volver a escribir, es mi consentido, recuerdo que me
llevé a límites emocionales extremos, no me van a creer pero escribía con
servilletas de papel a mano, con rollos de papel higiénico, lloré muchísimo…
Aun me veo escribiendo sin parar, desenfrenado, la puerta bajo llaves, salía al
baño, iba a comer cuando me llamaban, pero siempre fugazmente. Tenía una
anticuada impresora, había hecho cortar las hojas A4 en cuartos y mientras
avanzaba la escritura imprimía, hoja por hoja, no quería perder nada. Esto
porque tuve un episodio terrible que se me rompió el disco rígido de la
computadora y perdí una novela que era es aquellos momentos una “obra maestra“
para mí. En fin, escribiendo sombras y conjuros, cada vez que terminaba cada
uno de los primeros me tiraba en la cama, lloraba y me vaciaba de lágrimas si
estaba resentido. Me quedaba como una criatura. Como si me hubiera desangrado.
Por eso muchas veces encontrarán la representación de la sangre negra en la especial estética de mi obra. Después si no
estaba cansado, volvía a continuar, fue extenuante. Pero cuando escribía ese
libro parecía que alguien estaba a mi lado, diciéndome todo al oído, es decir
tenía todo en la mente, solo necesitaba las palabras. Y allí estaban como si me
las estuvieran dictando. Además había un sueño en juego, averiguaba
presupuestos, escribía una carta larguísima a Editorial Sudamericana, que nunca
envié y aún conservo, pidiendo que me publiquen un libro, mientras ahorraba,
era muy intenso todo. Una vez me dijeron, por otro caso, "esto no es para nosotros pibe". Bajé la cabeza pero luego le hice una promesa a Dios, también un conjuro blanco, que
si quieren se los enseño porque es por escrito y aún lo conservo (sonrisa
cómplice). Y así mantuve “Sombras y
Conjuros” en la oscuridad durante 5 años, solo dos o tres amigos conocieron
algo de ese libro. Luego de esos años en 3 meses de trabajo e inspiración lo
completé con “Mariposas en la noche”, pero eso otra larga historia, y fue publicado en el 2014.
V.C. - Definitivamente es tu obra
predilecta.
L.A.E. - Es una obra con una
misión muy fuerte. Pero a su vez es parte de una trilogía que se conforma con
una serie de tres libros. Pasado, presente y futuro. También la reunión de los
4 elementos, creo que nos rigen por eso dejé que cada elemento estuviera en la
esencia de cada obra, el fuego y el aire para Sombras y Conjuros, por la
pasión, el desenfreno, la tormenta, el infierno… el agua para el Bauticismo,
que es la segunda Obra y la columna vertebral para recibir el Alba, es decir el
último libro de la serie, que por supuesto tiene la naturaleza, la tierra, los
pies en la tierra y el amor verdadero.
V.C - ¿Entonces el amor llegará
con el Alba? Cuéntanos un poco ¡por favor Leonel!
L.A.E - (Risas) Uno de los temas
que no he tocado en las historias es el amor de pareja, ese tipo de amor,
porque en los primeros libros “Sombras y Conjuros” y “Bauticismo” hay amor
maternal, fraternal, paternal e incluso muchos poemas celebrando la amistad. Le
escapaba, sufrí, como todos por un amor no correspondido, hice infelices a
muchos corazones, aprendí de mis errores y todo eso, lloré y sufrí mucho. Creo
que si no fuese por mi hijo no hubiera podido tener sentido eso del amor para
mí en aquellos años, pero lo superé al dolor del amor y confié y caí enamorado
y fallé, una y otra vez hasta que el amor llega cuando debe llegar, a veces
parece que cupido juega con nosotros per en la realidad es la vida que te va preparando
para la persona correcta. Y puedo confesar que hoy estoy muy enamorado,
emocional y racionalmente de ese compañero que en mi vida es sin dudas la persona ideal. Ese
proceso atravesé también en el proceso de escritura y creo que es el momento de
aclararse, sobre todo en el amor.
V.C - Del Arte al amor y del amor
a la Política: ¿Por qué la política en tu vida?
L.A.E. - Porque la política es
una herramienta que permite realizar cambios sociales, y como activista por la
igualdad y la justica, considero que no puedo mantenerme al margen. Reconozco
que en el principio fueron otras las motivaciones, pero siempre estuve cerca de
la militancia, incluso en la universidad. Y no, somos un todo no somos artistas
por un lado y políticos por el otro. Hay muchos estereotipos, pero yo no soy
uno de ellos. Hago lo que me hace feliz, lo que me hace sentir pleno. Busco los
espacios e incluso en el arte me los invento. No busco otra cosa que no sea
expresarme, si logro ayudar, inspirar, el espíritu de otro ser humano
¡enhorabuena! Como dicen en mi madre Patria.
V.C - ¿Cuándo comenzó esa faceta?
L.A.E - De niño puedo decir, por
un lado crecí viendo al adoración de mi abuela por Evita, cuando crecí en la escuela estudiábamos historia y me
despertó interés el nombre del partido Radical, cambiar todo el régimen
corrupto desde la raíz, luego los colores albirrojo de su bandera me llegaron, pero
aún estaba lejos de la militancia claro, después se puede decir que las voces
que más me llegaban era que el Radicalismo era un partido de, para y militado
por “la gente rica”, me hacía ruido. Muchos años más adelante mi madre hizo
política social, encabezó un movimiento de desocupados, y uno la acompañaba.
Ella estuvo en la militancia de la FTV, la Federación de tierra y vivienda. Era
una fuerza caracterizada por “el piquete”, pero a la vez por generar espacios
de contención, capacitación laboral y acciones comunitarias. En esos momentos
fui más como un personal administrativo para la ong, hacía las notas, redactaba
proyectos junto a los jóvenes, encaramos un boletín informativo que
distribuíamos y juntábamos fondos. Motivó mi creatividad para lo social. Luego
mi madre fue candidata a Concejal para el partido Socialista, respaldando la
campaña de Binner, quien luego llegaría a Gobernador de la Provincia de Santa
Fe.
V.C - Pero es público que militas
desde el Radicalismo…
L.A.E - Pasa que siempre recordaba
que mi madre había militado el Radicalismo. Tuve una invitación a un grupo de
jóvenes del Partido Justicialista, luego de una reunión no quedé convencido del
espacio. Ese mismo año me invitaron a unirme a otro grupo de jóvenes de
militancia del Justicialismo y tampoco encontré mi lugar, cuando fui a una cena
empezó a escucharse la marcha Peronista y por Dios quise huir de la cena,
literal, me aguanté todo el evento y luego empecé a escaparme del grupo. Por
esas cosas de la vida el Partido Radical y el Partido Socialista y otras
fuerzas conforman el Frente Progresista Cívico y Social, ahí es cuando me
invitan a militar desde el Radicalismo, un Partido que había madurado más
social, me sentí cómodo en el espacio, me sentí parte, sentí que podría usar
esas herramientas políticas para reforzar lo que yo considero una misión
personal de entrega, de agradecimiento, de devolución. Transité ese espacio,
luego la línea que acompañan a se unió a militar el Pro, y surgió el
Radicalismo de Cambiemos, si bien apoyé el derrocamiento del Gobierno Nacional
de Cristina Kirchner porque deseaba que mi partido fuera gestión Nacional,
sabía que no nos alcanzaría, se apoyó al Pro, pero luego del cambio de Gestión
política Nacional me volví a alejar, cada vez más rápido y más lejos de la
línea que acompañé los últimos… digamos diez años, pero sucede que iba contra
todos mis principios militar el PRO, por lo que milité con orgullo, convicción,
pasión, conciencia social y ese amor a la militancia en el Frente Progresista
Cívico y Social, que de hecho era la línea Política que me cambió la vida y que
permitió a la Provincia de Santa Fe demostrar verdaderamente lo invencible que
es y que siempre va para adelante.
V.C - ¿Toda la actividad política
que desarrollas es en tu barrio Alto Verde?
L.A.E - Desde pequeño tengo
recuerdos de pensar en el otro, hacer cosas por mis amigos, por algún vecino.
Tuve un periodo más introvertido en mi adolescencia, con un grupo muy cerrado
de amigos, luego una etapa más egoísta, tal vez entre los dieciocho y los
veintiocho años, así fue, una década de mi vida, y de repente me volví a
encontrar, cerré capítulos muy oscuros de mi vida y comencé a descubrir el ser
que estaba en mí, o el que elegía ser, mi mejor versión diría. Es en ésa faceta
mía con la que me desenvuelvo y no solo en Alto Verde, conozco muchísimas
personas e instituciones, y siempre estoy ahí disponible para ver cómo puedo
ayudar, desde mis manos, hasta la promoción o difusión de las acciones de esos
otros actores artistas, sociales y/o políticos. Todos los días procuro mejorar
para poder encarar mejor, valga la redundancia, mis acciones. Siempre digo que
somos aprendices, todos los días lucho por salir adelante, por mejorarme,
porque tengo varios defectos que son por ahí comunes pero no todos los podemos
dominar con la misma facilidad, y hablo de la intolerancia, malhumor o cosas
así, pero no por ello menos comprometido social y políticamente con mi
comunidad por iniciativas personales, o acompañando las que considero van en
favor del desarrollo social de todos los vecinos de los diferente barrios de
Santa Fe.
V.C - En lo que refiere a la
acción social ¿También estuviste siendo voluntario en la Fundación “Actitud
Solidaria” de tu ciudad?
L.A.E - Si, una experiencia muy
noble, maravillosa. Era voluntario para hacer cosas en la casa, ordenar,
limpiar, clasificar, y a la vez hacer lo más lindo, como un premio, que era
entregar la comida a los indigentes que viven en las calles o en las oscuros
rincones de nuestra ciudad, esas personas invisibles. Tuve que dejar ese
espacio pero para encarar con toda mi energía acciones sociales de nuevo en mi
comunidad, que geográficamente está separada de la ciudad, eso le da otra
impronta y también requiere de tiempos. En la Fundación se implementaba en esos
momentos un sistema de sumar horas que personalmente me condicionaban, no digo
que estuviera mal, pero no era lo que me hacía bien. Mi intención era dar todo
lo que podía y no se ajustaba a ese sistema. Entonces ante un dilema, un
malentendido, la puerta hacia mis proyectos en Alto Verde resurgieron.
V.C - ¿Qué representa la
Asociación Civil Construyendo Futuro de Alto Verde?
L.A.E. - Un sueño que vuelve a
surgir, con la misma pasión que encaré el mismo sueño antes y fui estafado, en
muchos sentidos. Es una nueva oportunidad para dejar algo en nuestra comunidad,
Pequeñas y grandes ideas que nos motivan a concretar un objetivo que, como mi
vida, involucra diversos campos, y acciones comunitarias para niños, jóvenes,
adultos, y adultos mayores de Alto Verde. Estamos dando recientes pasos, pero
firmes, sabemos lo que queremos lograr, espero ver concretado lo que mi madre
alguna vez soñó también porque ella representa mi motivación y fue quien nos
empujó un poco en este proyecto. Luego cada uno le pone su aporte y lo hace
posible. Y todo va de la mano con todo, respetando cada espacio debemos actuar
con coherencia, uno no se desfragmenta sino que articula muchos aspectos de su
vida, debe ir como en comunión. Deseamos que los mismos vecinos, instituciones
gubernamentales y otras ONGs nos acompañen en este noble proyecto que está
creciendo. Un taller de Apoyo escolar, lectoescritura y Dibujo, una salita
biblioteca Popular que homenajea a Carolina Fernandez de Santa Cruz, quien fuese
una poetisa humilde e inmensa en nuestro barrio y todo lo que se viene en el
campo de los emprendedores locales. Valoro mucho lo que pones quienes lo hacen
posible, nos han llegado donaciones de Fray Luis Beltrán, La Escuela Pilares de
Sauce Viejo y benefactores que nos piden el anonimato. Es algo que nos hace muy
felices.
V.C. - Dicen que “Nadie es
profeta en su tierra”, ¿Es una verdad universal o un desafío para tus futuros
pasos?
L.A.E - En lo que se refiere al
arte creo que en mi ciudad aún no captan mis motivaciones, mi objeto, hacia
donde voy, deben creer que juego, o que voy muy en serio… la verdad yo solo
vivo, voy haciendo un camino que se disfruta en tiempo presente. No me preocupo
de lo que dirán criticándome con negatividad, de la crítica que intenta ser destructiva,
aunque espero me den el ejemplo si mis acciones les parecen incorrectas, que me
muestren que es lo correcto según su mentalidad o filosofía de vida, todos
saben que por mi parte y pese a ello hare lo que me haga feliz sin dañar
terceros intencionalmente. Claro que tengo mis anhelos pero son como guías, lo
único que tenemos es el presente, tenemos momentos. Muchos momentos hermosos
momentos de experiencia presente. Te cuento una anécdota fuerte: una vez, un
colega, a quien admiro con el alma, supo invitarme a su casa, antes de
enfermar, en realidad ya estaba muy enfermo y venido en años, recorrimos todo
su arte, un señor artista, de gran talla, un artesano plástico, un maravilloso
escritor, Ricardo Ríos Ortíz, y en su estudio había una cantidad ¡notable de
reconocimientos enmarcados y colgados en los muros, y me mostró publicaciones
de España que lo incluían y me contó y compartía los sourvenirs de su gran
carrera y trayectoria y todo para él no significaba nada ahora… ya no quería
incluso ningún reconocimiento de ningún lado… yo solo asentí y me quede en
silencio, luego me siguió contando pasajes de su vida. Recuerdo que le dijo “yo
soy su reseñador oficial en internet”, porque lo había comenzado a leer y lo
comenté en entradas de mi blog en varias oportunidades, de hecho por tres
libros que me recomendaron, entonces él me regaló varios de sus libros
preguntándome en cada ocasión “¿Éste lo tenés?” “¿Y éste?” muy noble. Lo
seguiré reseñando y recomendando, eso mantendrá siempre vigente su obra al
menos en mis círculos y redes sociales, qué más puedo hacer por un autor, eso
es lo más significativo… creo que eso me
haría muy feliz, trascender, no yo, sino mi obra en sí misma, los mensajes
explícitos con mi militancia social, política, mi activismo por la igualdad, la
libertad y la justicio, o los mensajes entrelineas que procuro compartir en
cada inspiración literaria. Eso es un sueño, que mi filosofía de vida
permanezca siempre en un corazón que la comparta, que diga con tenacidad: los
luchadores jamás se rinden...
Para cerrar y ya contagiada de un
poco de buen humor ¿Consideras que fue la entrevista más larga que has tenido
que dar?
(risas) creo que será la única
que daré en este sentido, me gustaría que se encarara en cada tema una
entrevista diferente, poder explayarme aunque no puedo evitar divagar y volver
al punto, en los en vivo a veces me he perdido, atesoro cada una de las notas y
entrevistas. Agradecido por el tiempo y la predisposición sobre todo de los
lectores. Buena vida luchadores!
A Leonel Alvarez Escobar gracias
por su tiempo y unas fotos jugadas con su estilo tan carácterístico, un divinor.
Buena vida luchador! (ponga aquí un palpitante corazón)
¡Espero les haya gustado!
V.C